Internet se ha convertido en una de las fuentes de información más importantes para nosotros.
Ya sean noticias sobre la actualidad mundial, informes de pruebas y experiencias sobre productos y servicios concretos, opiniones, recomendaciones y debates o información de fondo detallada sobre cualquier tema imaginable: todo esto y mucho más está al alcance de un clic. El contenido no sólo está disponible en cualquier momento, sino también en cualquier lugar.
Ya no es necesario que lo sepamos todo; es mucho más importante que sepamos encontrar la información pertinente en Internet. Ya en 2018, había un total de más de mil millones de sitios web en todo el mundo.
Sólo el número de sitios web demuestra lo importante que es para nosotros conocer diferentes formas de obtener la información que queremos. Tenemos que desarrollar estrategias sobre cómo encontrar fuentes de información adecuadas en Internet, cómo comprobar su veracidad y contenido informativo y cómo juzgarlas según su valor.
Disponemos de nuevas tecnologías para la transferencia de información y la creación de redes. Sin embargo, esto también significa que nos llega mucha más información de la que podemos procesar. Intentamos mantener una visión de conjunto y nos enfrentamos al reto de filtrar los contenidos, separando lo importante de lo que no lo es. En el proceso, se hace cada vez más difícil leer y comprobar toda la información en detalle.
Además de las fuentes de noticias de renombre, los servicios de Internet como Twitter y las redes sociales como Facebook y compañía se han establecido como fuentes de información. La información nos llega automáticamente, ya no estamos obligados a investigar y buscar activamente. Vivimos bajo la falacia de que lo importante ya nos llegará.
Las redes sociales son ahora lugares donde se forma la opinión pública. Nos gusta, comentamos y «compartimos» para pertenecer, para formar parte del mundo digital, por lo que la reflexión se queda en el camino. Pasamos por alto el hecho de que en las redes sociales, en su mayoría, sólo se difunden opiniones y un debate o incluso un intercambio constructivo de opiniones sólo tiene lugar de forma limitada.
Además, a menudo olvidamos que la información que se nos muestra ya ha sido seleccionada para nosotros. Un motor de búsqueda optimiza los resultados de nuestra búsqueda basándose en nuestras consultas anteriores. Las redes sociales filtran el contenido de forma individual para cada usuario con el objetivo de mostrar principalmente los mensajes que coinciden con nuestros intereses y opiniones de todos modos para aumentar nuestra interacción. Y este tipo de sistemas inteligentes y automatizados se utilizan desde hace mucho tiempo para enviar mensajes e información específicos a grupos concretos. Puede tratarse de publicidad individualizada o, en el peor de los casos, de la difusión deliberada de información falsa («fake news»), para establecer así una determinada opinión a largo plazo. Todo esto puede conducir a una manipulación consciente o inconsciente de nuestra percepción.
Debemos ser conscientes de que nuestra visión del mundo depende en gran medida de estas circunstancias externas. Por lo tanto, tenemos que tener claros los mecanismos correspondientes, seguir siendo críticos y mirar de vez en cuando más allá de nuestros propios horizontes. A continuación, queremos examinar algunos métodos y mecanismos que a veces pueden influir en nuestra visión del mundo
En su tercer módulo, CUMILA se dedica a la búsqueda de información y a la creación de opinión en Internet. ¿Cómo encontrar la información adecuada? ¿Cómo podemos verificar la información? ¿Y a qué mecanismos nos exponemos cuando buscamos información? ¿Cómo transporta la información la opinión y cómo se hace la opinión?
Para dar a conocer CUMILA a un público más amplio, presentamos el proyecto en detalle en una presentación en línea. Conozca mejor los componentes individuales de CUMILA y aprenda cómo puede utilizar CUMILA usted mismo.
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